La competencia se traslada ahora a la conectividad móvil, con la autorización de la alianza de Starlink con Entel para operar en todo el país.
Por: María Jesús Doberti | Publicado: Sábado 11 de enero de 2025 a las 04:00 hrs.
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El sector de las telecomunicaciones está experimentando cambios significativos tanto en Chile como en el resto del mundo. En la región, las empresas han optado por desinvertir en activos de infraestructura, como torres, para generar mayor liquidez y destinar esos recursos a áreas estratégicas que el mercado demanda.
Mientras tanto, Starlink, la constelación de satélites de baja órbita desarrollada por Elon Musk y respaldada por los cohetes de SpaceX, atraviesa su mejor momento.
Según el último informe de la Subtel las conexiones por internet satelital aumentaron un 73% respecto al año pasado en Chile. En gran parte esto se debe al avance de Starlink, que ya concentra un 48,2% en la categoría de otras tecnologías que ofrecen internet fijo, totalizando a fines de septiembre 67.691 conexiones y duplicando así sus números del periodo anterior.
A esto se le suma la entrada del proyecto Kuiper, la red de internet vía satélite de Amazon. Ya con todos los permisos del regulador, solo falta que la compañía de Jeff Bezos haga su lanzamiento comercial dentro de pocos meses, convirtiendo a Chile en uno de los primeros en el mundo en tener su servicio.
Sin embargo, la competencia real no estará precisamente en los terminales que se ubican en las casas, sino en aquellos que se conectan a los celulares. La nueva batalla de internet satelital será en el mundo de los móviles.
El nuevo campo de batalla
Las compañías de telecomunicaciones en Chile históricamente se han concentrado alrededor de Santiago o de las grandes ciudades, donde hay una mayor densidad poblacional. De ahí para afuera la conexión, que requiere una gran inversión en infraestructura, ha sido más débil.
Es ahí donde los satélites de Hughesnet, Musk y Bezos han visto una oportunidad para llenar ese vacío de conexión. Y es por esto que las mismas compañías telefónicas han comenzado a armarse.
Entel firmó un acuerdo comercial con la empresa de Musk a finales de 2023 para que sus celulares puedan conectarse a su red a través de la tecnología “Direct to Cell”. Acuerdo que a fines de la semana pasada obtuvo la luz verde la Subtel para operar y que va a tener un despliegue en fases durante 2025.
Hoy cuentan con más de 300 satélites, lo que les permitirá entregar un servicio de SMS. En la medida que se vayan sumando más satélites, se incorporarán servicios de voz y datos. En detalle, permitirán en todo el territorio nacional la conexión de los clientes de Entel en parte de su espectro de la banda 1900 MHz.
“Este servicio será complementario al que ya damos actualmente con nuestras antenas terrestres. Es decir, que cuando no haya cobertura tradicional, el cliente pueda acceder a la conectividad satelital a través de la infraestructura que nos proporciona Starlink, en cualquier parte del país”, señaló el vicepresidente de mercado B2C de Entel, Matías del Campo.
Para el subsecretario de telecomunicaciones, Claudio Araya, quien se reunió esta semana con los representantes para Latinoamérica de SpaceX, es necesario ajustar la regulación. “La banda en la cual operan los teléfonos está asignada mediante un concurso de operadores móviles, por lo tanto, no puede ser utilizada por un tercero sin un ajuste en la regulación y sin un convenio entre este tercero y el operador que tiene asignada la banda”, indicó Araya. “Por lo tanto, se requiere modificar algunas cosas. No son cuestiones esenciales de la ley, pero sí se requiere alguna norma técnica que regule cómo se hacen estas comparticiones de frecuencia”, agregó.
Las otras alianzas
Pero no es el único. Desde 2023, Starlink y Claro tienen una alianza para entregar internet satelital a 251 comunidades apartadas, desde Caimanes –un pequeño pueblo en la Región de Coquimbo–, hasta Sotoca, poblado de Huara, en la Región de Tarapacá. Además de soluciones empresariales de internet satelital en colaboración con la misma firma.
“En un país con una geografía tan diversa como el nuestro, el internet satelital se perfila como una alternativa complementaria a las redes tradicionales de fibra y las redes móviles, especialmente para aquellas áreas donde la infraestructura terrestre es limitada o compleja de implementar”, comentó el VP Claro empresas, Francisco Guzmán.
Por otra parte, Movistar, también es distribuidor del sistema de internet fijo de Elon Musk, pero su foco va por la fibra óptica y el 5G.
Eso sí, Starlink no va a competir solo aquí, se enfrentará a otros. De hecho, ya lo adelantó el proyecto Kuiper cuando firmó una alianza con Vodafone, el segundo operador mundial de telefonía móvil, en septiembre de 2023. El acuerdo de colaboración estratégica planea utilizar la red de satélites de Amazon para extender el alcance de los servicios 4G y 5G a los clientes de la empresa de telefonía en Europa y África.
El creciente poder de Elon Musk y su previsible influencia en la administración de Donald Trump, han generado preocupación en ciertos sectores de la opinión pública.
Una de las principales inquietudes gira en torno a Starlink. Se teme que esta empresa se convierta en una gigante global de las telecomunicaciones capaz de amenazar el negocio de las operadoras tradicionales, como parte de un plan para extender la influencia de Musk a escala planetaria.
Con Trump asumiendo la presidencia el próximo 20 de enero, la creciente influencia de Musk podría facilitar que Starlink acceda a subsidios federales para ampliar su presencia en Estados Unidos. Además, podría aprovechar la capacidad de presión de la administración estadounidense para consolidar su posición en numerosos mercados internacionales.
La firma ya cuenta con 4,6 millones de clientes y presencia en 114 países. Tiene 7.000 satélites y lanza a un ritmo de 60 semanales, o sea, más de 3.000 al año gracias al poder de Space X. Y ha pedido permiso para poner en órbita unos 42.000 aunque probablemente no necesitará tantos.
